lunes, 7 de septiembre de 2009

Música que no es aquí, ni es de allá, es de cualquier lado

Si hay algo que este nuevo milenio ha hecho en material musical, es saltar de tendencia en tendencia, para ir ofreciendo sonoridades que a unos inquietan, a otros disgustan; pero ante todo existen. Con la explosión de Internet que comenzó en los noventa, el mercado musical ha estado fluctuando entre la migración de formatos (del vinilo al compact disc, del compact disc al mp3 y otros formatos digitales) y las disputas, quejas y súplicas de artistas, sellos discográficos, medios y público que se aman y se odian día tras día.

Pero así como las disputas aparecen para renovarse, hay algo más que cierto: En ningún momento de la vida la humanidad se había podido mirar y escuchar así misma de manera tan rápida y tan conglomerante como ahora. La música es una de las expresiones artísticas que más ha logrado incorporar rápidamente este tipo de apreciaciones. Las fronteras se han extendido (si es que no se han roto ya) de modo tal que la etiqueta de “world music” se ha quedado corta diciendo qué es música de otras coordenadas o de otros centros geográficos. Ahora el asunto de sonar para el mundo es de todos los artistas, quienes con las ayudad digitales pueden estar en cualquier rincón a tan solo unos clics.

Dentro de esas apreciaciones sonoras del mundo vale la pena redescubrir sonidos que en otros momentos se detectarían como originarios de un lugar específico. ¿Pero qué sucede cuando esos sonidos pueden ser de aquí, de allá o de cualquier lado, por no tener más que la firme intención de sonar aparte de lo convencional? No hay que ir más allá para buscarlos, porque ya existen personajes y bandas atentos a lo que tienen en su lugar y a lo que el mundo les ofrece. Ahora la música y las posibilidades pueden ser de todos; de modo que no hay motivo para no sentirse interesado por ir más allá de lo convencional y masificado.

Así que si tenemos tiempo y ganas, busquemos a estos personajes que ya no son de lugares, son del mundo y para el mundo.

Vampire Weekend: Es África como espacio y porción de este globo, donde viven millones de personas en condiciones muy distintas a las que tenemos en estas áreas del mundo. Vampire Weekend ha puesto sus ojos, sus oídos e ideas en este lugar del mundo, tomando así estructuras polirítmicas (cosa que no se escuchaba tan bien desde Talking Heads) y entonces haciendo que su música suene fresca y vigente a partir de lo básico.

Malalma: Esta banda tiene la desfachatez y el desenfado de quien sabe que lo que hace es bueno y por ende le fluye, sin que esto se sienta forzado. Sus integrantes ya son duchos en el vaivén de la música, así que de ellos se puede esperar algo bueno. La oportunidad de tener así, música internacionalmente aceptada y reflejo de inquietudes urbanas y realidades mundiales, ha llegado.

Balkan Beat Box: La inmigración que a América ha llegado en los últimos 200 años se ha convertido en un motivo de exploración y de vida para el lugar en el que habitamos. Da gusto tener gente de otros lares y reconocer otros acentos como lenguas de convivencia. Algunos países más que otros han logrado incorporar a los inmigrantes; eso se sabe bien. Y así como hace cien años vinieron de Alemania, Francia, España, Italia, Holanda, Israel, Portugal, Polonia, Turquía, China y Japón, los nuevos inmigrantes han llegado de Europa del este y los Balcanes.

Y en ciudades como Nueva York o Toronto están listos para jugársela por su vida y la de sus familias. Y claro, traen lo suyo para ponerlo con lo que conocen. Así es como llegamos a Balkan Beat Box.

Dick el Demasiado: es el nombre que toma un artista holandés para hacer cumbias que no puede uno saber de dónde vienen. Pueden sonar como las villeras de Argentina, lunáticas y hasta experimentales como el mismo tuvo que denominarlas. Como buen holandés, ha hecho con su vida lo que ha querido y le pagan por eso. Rescató la cumbia que escuchó cuando niño y la unió con sonidos de otras músicas y le da toques electrónicos que tanto se parecerían a los que hacen los iconoclastas alemanes, pero la diferencia está en que Dick lo hace con mucho humor y lo hace en español.

Novalima: La geografía peruana permite que haya música de la costa, la sierra y la selva que bien pueden integrarse a las formas de expresión contemporánea. Un caso que llama la atención es el de Novalima. Si bien, sus integrantes no viven en el Perú la mayor parte del tiempo, han decidido tomar los sonidos locales, para unirlos con los globales. Su sonido los emparenta con aquellos que han decidido unir sus raíces sonoras con música electrónica. Casos ya se han visto en México y Brasil. A menudo se ve cómo toda esa idiotez y sopor del lounge con montones de cosas locales distraen la atención del mundo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los invito a visitar y comentar en

www.desnudamientosfilosoficos.blogspot.com

Saludos!

Aciddict dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.